Es ahí donde reina el silencio de la casa, como si de golpe me despertara sola y a medida que me voy desperezando entre mate y mate, comenzaran a dibujarse los otros:
la familia, los ruidos de la calle, las obligaciones (obligaciones?).
Pero a la mañana, en esta casa, parecemos gobernar el mundo dos o tres pájaros, las gatas y yo.
Un sol de perla acaricia las ventanas y hay una música interior que no necesita de altavoces.
La nostalgia también ronronea sobre mi piel y juego a acertar cualquier conspiración ya no tan fantasiosa de los días por venir.
La fantasía hoy es una plaza llena de chicos, un helado en la costanera, un abrazo de recital.
Esa es la ciencia ficción en este nuevo mundo paralelo.
Yo tenía un rosal lleno de rosas
y un vaso de miel clara
pero pensé pensé pensé
y no me queda nada
Idea Vilariño