Las tareas cotidianas:
tomar mate, mirar las redes, leer los diarios, dar de comer a los gatos, al colibrí.
Terminar de pintar el balcón, hacer algunas fotos.
La novedad:
Vera amasó (y yo la ayudé) nachos. Exquisitos.
Esta noche amasaremos fideos.
Los domingos me disfrazo de madre.
La directiva:
A partir del martes, todos los ciudadanos de Zárate, tendremos que usar barbijo para salir a la calle.
Esto se parece, cada vez más, a una de las tantas películas de catástrofe que hemos visto.
Pensamiento:
Cuando veo esas películas donde los protagonistas corren y corren para salvar sus vidas que, al final, igualmente terminan atrapadas, siempre me dije que, de pasarme algo así, no me iban a hacer correr sin sentido.
Me iba a inmolar con las primeras víctimas.
Mi película iba a durar apenas 10 minutos.