Podemos salir a reconocer la vereda,
los olores de la calle, el perro de la esquina,
la li ber tad en cuotas.
Ahora sí que reviviremos
respirando el virus sin reja,
adorando volver a una vida
que ni siquiera te interesaba.
Si estamos condenados a rearmarnos,
te repetirías?