miércoles, 30 de septiembre de 2020

Día 202 al 205: saber

Cada primavera siento que el mundo se rehace,
borra el proyecto anterior
y carga uno nuevo.
Será así hasta que salga, me digo.

Cómo saber si estamos en el final de un mundo
o el comienzo de otro?
El momento exacto del tiempo.
Cómo saber?

Ayer fui de mi tía, le llevé el texto escrito en su nombre.
Quiero decir las cosas que importan.
No quiero decirlas después del tiempo.

Vimos flores, pájaros, sombras de sol en el piso.
Hablamos con palabras verdes de patio.
Al final de la tarde, cuando me volvía
le dije, como en un secreto:
dentro del tupper hay una cartita para vos.
Le dije, como si fuera la última vez mía en el mundo.
Porque yo no lo sé, quién lo sabe,
cuándo viene lo último o lo primero.







sábado, 26 de septiembre de 2020

Día 188 al 201: in visible

Y, si de pronto
me volviera
invisible como los días?

Un paisaje más
afuera
de una ventana cerrada?.

Incolora, aséptica.
Bien lejos
de todo corazón que manche.




martes, 22 de septiembre de 2020

Día: 182 al 187: en blanco

A veces es mejor el blanco.
el hueco el escondite
el agujerito para que pase la araña
sin hacer más ruido
que un soplido en la oreja
mientras vos dormís.



miércoles, 16 de septiembre de 2020

Día 180 181: símbolos.

Después del 2000, los Blackberry fueron unos.
Luego más cerca del 2014 las Cafeteras Express.
Resulta ser que ahora son las mopas o los termos Stanley.

Los objetos que te definen, que te anotan en la lista.
De ser, de parecer. (Al fin de cuentas, parecer hoy es ser).
La homogeneidad del paisaje es el paisaje.
.
El rock, ya lo sé, lo sé bien, ha muerto hace rato.

Lo único que podés todavia elegir
es la cuerda que mejor te combina con el bozal.



lunes, 14 de septiembre de 2020

Día 176 |177 178 179: trouble every day

Look into my eyes
You see trouble every day
It's on the inside of me
So don't try to understand
I get on the inside of you
You can blow it all away
Such a slightest breath
And I know who I am
Look into my eyes
Hear the words I can't say
Words that defy
And they scream it out loud
I get on the inside of you
You can wave it all away
Such a slightest thing
It's just the raise of your hand
And there's trouble every day
There's trouble every day
There's trouble every day
There's trouble every day
If I want you back
I could get away
Before the sunshine leaves your eye
But I need to know
How to find a place
Before the days become nights
Before the years become lies
And there's trouble every day
You know that I love again
Please make it start again
There's trouble every day.

Tinderstick lo dice mucho mejor que ellos,
mucho mejor que yo.



jueves, 10 de septiembre de 2020

Día 175: mensajes

Hoy me pasó algo muy peculiar.

Me encontraba limpiando el baño, más precisamente la ducha, tratando de sacar
los cabellos que las mujeres de esta casa vamos pegando, sin querer, sobre los azulejos
al bañarnos, cuando en una milésima de segundo antes de sacarlos con el paño,
veo algo insólito.

Duró lo que dura un pestañeo, pues el trapo, inmediatamente abocado a la costumbre, 
no hizo nada por dejar evidencia.

En la pared blanca, escrito con cabello, leí la palabra PUTO.

( Recién también, en un capricho del sol, la bella Lucrezia Panchiatichi que ilustra mi 
Condesa Sangrienta, me mira así, certificándome)



























miércoles, 9 de septiembre de 2020

Día 174: el lugar

Todo arde.

Seguir adelante arde.
Dejar algo atrás arde.
Olvidarse arde.
Discutir arde.
Aceptar arde.
Reclamar arde.

Pero más tarde o más temprano 
nos damos cuenta
que el lugar es intercambiable.

Somos figuritas
ardiendo y haciendo arder
estúpidamente,
porque el fuego, finalmente, lo quema todo.
Esta orilla
y la otra también.






martes, 8 de septiembre de 2020

Día 171 172 173: humo

Esta manía de decir una y otra vez
las mismas palabras los mismos silencios


la estela de un avión parte el cielo en dos mitades
que siempre
    se vuelven
                a unir.





sábado, 5 de septiembre de 2020

Día 167 168 169 170: un sábado cualquiera

Ya no importará tocar?


Nos conformaremos con
         los ojos, la ilusión, la pantalla?
Una voz salida de parlante
un vestuario desvestido
un abrazo en bytes

Ya no importará lo íntimo
        lo sensual lo primitivo lo fugaz?

Seremos como peces hundidos 
en un infinito número gris?

Pero ahora entonces
       ya no nos importará tocar?







martes, 1 de septiembre de 2020

Día 165 166: tema composición: mi tía

Hoy quiero hablar de mi tía.
No hay un por qué, no es su cumpleaños, no ha partido,
no ha sido noticia por nada especial estos días.
Pero quiero hablar de ella.
De lo que es una infancia con tía.
Una adultez con tía.

Una tía que me hizo conocer a María Elena Walsh,
a Edgar Allan Poe,
los cuentos de vampiros,
el exquisito perfume de las rosas.

Una tía que me hacía sanguchitos al volver del colegio,
que me llevaba a tomar la merienda a las casas donde trabajaba.
Una tía que siempre me habló de libros, sapos, césped
con la misma pasión que pone al cocinar el mondongo.

La tía lobizona, como sospechábamos con mi amiga,
la de los ojos vidriosos, punzantes como espinas,
la que, seguro, sabe más de lo cuenta.

Con ella descubrí un mundo a lo Silvina Ocampo
sin haber leído a Silvina Ocampo.
Con ella descubrí que un jardín puede ser un castillo secreto
donde habitan más voces que silencios.
Que un colibrí te busca cuando tiene sed
y te llama cuando se inunda de abejas el bebedero.

Una tía que te habla de fanstasmas con la misma certeza
que te cuenta una noticia escuchada en la radio.

La que me sigue mimando con comidas deliciosas de tía
que sabe que hay un mundo de infancias que se continúa
siempre con el mundo adulterado de la adultez.
La que sigue comentándome las historias de los libros
con la misma avidez de aquella niña que leía bajo la cama.

La que sabe más que muchos y la que nadie tiene más que yo.

Además,
su nombre es de garganta golosa untada con pétalos:
Gladys.