martes, 22 de diciembre de 2020

Día 279 al 287: las últimas cosas

En este país en este mundo
ya se piensa en las cosas 
que haremos por última vez.
Somos una máquina de absorber.
Una vida de tragar.

Una muestra gratis resumida
de todo lo que nos gusta.
Una carta de despedida que se escribe a diario.

El último eslabón de la cadena
ya cuelga de tu cuello
y no dejás que se enfríe la sopa.

Todo lo que compré
en estos meses para mí
fue un camisón:
por si me internan.

Riego las plantas todos los días,
no soportarían que me fuera.
No soportaría yo
que ellas no se repongan del sol.

Y, por las dudas, si un día no volvés,
o yo no vuelvo, ya sabés:
te encargo mis pájaros -les gusta que los miren-
me encargo de tus abrazos -los llevo siempre puestos-

Y en el árbol de navidad que no tenemos
cuelga este amor, mi regalo, como un vampiro con sed.