lunes, 29 de junio de 2020

Día 102: charco

Ya no sé si lo que va es lo que vuelve o lo que filtra es lo que inunda.

En todo caso,
como dijo ayer Paula que dijo Gramsci,
lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.

En este charco de agua fría nos mojamos las patas, nosotros,
los monstruos.




sábado, 27 de junio de 2020

Día 100: comer

Siento que me comí un día, un postre de más, el orgullo, un par de amigos, la tristeza, la nostalgia, las ganas de leer y no leer, las ganas de salir y no salir, la bronca, el amague, los proyectos culturales, las ganas de putear y no putear, las ganas de olvidar y no olvidar, el estudio fotográfico, un otoño entero, los abrazos contenidos, el río con sus vientos, los mates compartidos, lo que no se pudo decir, lo que debía esperar, lo que sobraba y lo que ya no sobra más.


viernes, 26 de junio de 2020

98: bosque

Quisiera tener un bosque
enorme
lleno de helechos.
Los veo temblando con ligereza
ante la gota
sacudiéndose
como en un baile
sensual
de lenguas
extrañas.

Y bien en el centro
ese olor
maderado
a tierra húmeda
hojas muertas
raíces
diseñando el camino
de hormigas.

Hay
en esa subyacencia del hongo
una pulsión de vida
que es más fuerte
que todo
el bosque
entero.





miércoles, 24 de junio de 2020

Día 97: adjetivos de cuarentena

tristes aburridos tranquilos relajados angustiados preocupados suspendidos desenfocados libres presos ansiosos cansados devastados melancólicos enojados desolados retrasados eufóricos envejecidos enardecidos excitados acompañados bendecidos engañados valientes amedrentados encerrados inspirados únicos enamorados doloridos feroces capaces atroces lejanos cercanos mejores queridos cuidados olvidados enfermos abandonados desalentados contagiados felices.



martes, 23 de junio de 2020

Día 96: Deshabitar

Si los espacios hablaran levantarían la mano para decir:
acá no, acá no, acá tampoco.

Como ese juego de chicos, donde se nos escondían detrás de un trapo
y nos angustiaba la ausencia hasta los huesos.

Hace ya un mes que me desoís y es como si mi voz se hubiera achicado un poco.
Hace ya un mes que te escucho en loop, como si con tus últimas charlas
tuviera que armar un rompecabezas nuevo.

Ibas desovillando la madeja y llegaste al principio del hilo.
 
No sabemos dónde estás, sino donde no estás.

Y donde no estás hace frío, es gris y lleva siempre el vidrio empañado.

























Ilustración Mdnf

domingo, 21 de junio de 2020

Día 94: querer

Me cuesta soltar tantas cosas.
Un libro que alguien me pide.
Una silla que ya no se usa.
Una planta que, aunque seca, sé que podría renacer.

Me cuesta dejar lugares
donde solté mis pensamientos vagando en soledad.
Ladrillos que no eran míos pero tan míos.
Lugares donde amé y me amaron tanto.

Me cuesta despedir a amigos,
mudarme, olvidarlos,
cambiar las rutinas.

Soy la que no puede pensar
en nunca más
nunca menos,
nunca nunca.

Otros no pueden quedarse.
Yo, no puedo dejar de querer.







viernes, 19 de junio de 2020

Día 92: los amigos

Durante esta pandemia:

Aparecen lechuzas, pájaros raros, plantas que crecen en discontínuo.
La tía que me llama y me cuenta de su jardín.
La familia que avanza como una enredadera adaptándose a las formas.

Algun amigo se ha mudado, para su felicidad.
Otro mantiene el hilo rojo a salvo.
Uno tuvo que ser internado por una rara afectación.
Otros pelean con la soledad codo a codo.
Hay quien, desde lejos, escribe.
Pero también quienes hablan cerquita, por teléfono,
como si fuera al oído, apachuchando el corazón.

Todos nos reacomodamos, los amigos de siempre,
de eso se trata la vida.

Menos Mariela, le tocó ser audaz:
morir en épocas de Covid sin Covid.


jueves, 18 de junio de 2020

Día 91: los números.

Mientras crece la cifra de infectados
mientras crecen los días de encierro
mientras suman los gramos en el cuerpo
ayer ví
dos horneros
un chingolo
dos colibríes
y un caburé.


miércoles, 17 de junio de 2020

Día 90: pájaros

Hay aves, como el ave-lira soberbia,
que pueden imitar sonidos, desde una motosierra
hasta el disparo de una cámara de fotos.

Quizá también, puedan,  el ojo de un fotógrafo.


martes, 16 de junio de 2020

Día 89: loop

No sé si me levanto ayer o este futuro se atrasa tanto
que llega a hoy como si fuera la púa en un disco rayado.
Así son estos días confusos.
Asi estos días de sci fi.

Estoy parada delante de una puerta sin saber
si abre hacia adentro o hacia afuera.

Estoy aquí, allá, ayer, mañana.
Delante,
siempre una puerta
por abrir,
por cerrar.



sábado, 13 de junio de 2020

Día 86: cielo

Siempre me gustó mirar el cielo de noche.
Cuando era chica nos juntábamos, algunas veces, con mis primos
a tirarnos en el pasto de su casa de campo y  mirábamos ese cielo inmenso,
tan poblado de estrellas que parecían casi tocarte los pies.
Contábamos los satélites, uno a uno, hacíamos apuestas y seguiamos
con los dedos el recorrido de los aviones.
Siempre me impresionó la cantidad de satélites y aviones que podían
caber en un cielo argentino.

Anoche, en el frío de mi patio, miré un rato hacia arriba.
Las mismas estrellas mirándome.
Pero no los aviones.

De pronto, en silencio,
algo tan simple cambiando el dibujo del cielo.








viernes, 12 de junio de 2020

Día 85: viento

Anoche el viento silbaba.
Mucho.
El árbol se movía.
Poco.

La gata pidiendo que le abran la ventana una y otra
Vez.
Eran las dos de la mañana.

Hoy,
los pájaros están silenciosos, como si el viento, al fin de cuentas,
algo les hubiera anunciado.
Los colibríes tampoco cantan.

Es un día atípico,
de esos que recordarías por mucho o por nada.




jueves, 11 de junio de 2020

Día 84: los poemas de otros


Por cruzar plazas en diagonal
ahorré tiempo
que pienso invertir 

en contarte
una vez más
que soñé con vos
y estabas de espaldas.


Diego Lebedinsky


Amanece con neblina,
nuevamente los árboles se desdibujan como si la vida se desvaneciera así, de pronto.
Pasamos de mirar vidrieras de vestidos a elegir por internet barbijos
que te combinen con el estado del ánimo.
De poblar las redes de palabras y encuentros para no llamarnos por teléfono
y decir, simplemente, te extraño.
De escuchar todos los discos que tenías pendiente,
de poder deshilachar el tiempo en minutos, segundos, y entender
el cambio de color en el aire.

Muchas fotos estos días, mis encuentros en la terraza son el deleite de mis tardes.
Mucha poesía, también, flotando, como la niebla encima de la casa, en los muebles,
el cuerpo, el corazón que llevo y, a veces, está de espaldas, también.





miércoles, 10 de junio de 2020

Día 83: las palabras

Dice Roberto Juarroz:

Hay palabras que no decimos
y que ponemos sin decirlas en las cosas.
Y las cosas las guardan,
y un día nos contestan con ellas
y nos salvan el mundo,
como un amor secreto
en cuyos dos extremos
hay una sola entrada. 

¿No habrá alguna palabra
de esas que no decimos
que hayamos colocado
sin querer en la nada?


Mientras
la neblina aún alfombra los árboles
11 grados y con pájaros
1141 contagiados ayer
los porteños corren de la solidaridad
amigos sufren
amigos extraño.
Tantas cosas por hacer
y yo con este dolor de palabras
en la cabeza



martes, 9 de junio de 2020

Dia 82: Soñar

Anoche soñé con vos.
Venías, decías, porque me debías una visita del pasado.
Yo, que sabía que estabas muerta, aceptaba esa visita con amor y nos contábamos
las mismas cosas que antes, cuando estabas viva.
Estabas linda, arreglada, con la Nelly en la mano.
Tomábamos café y salíamos a caminar luego.

En una feria de muñecos, le pedías a Nina que sacara una foto.
Vos estabas atrás, a un metro de distancia con la Nelly que abrazaba una
muñequita de trapo.
Nina y yo reflejadas en un espejito.
Dos realidades en un mismo universo.
Yo sentí que me decías: "Se puede".



lunes, 8 de junio de 2020

Día 80 y 81: Salvar

Pienso que en este momento
Tal vez nadie en el universo piensa en mí,
Que sólo yo me pienso,
Y si ahora muriese,
Nadie, ni yo, me pensaría.

Y aquí empieza el abismo,
Como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.

Tal vez sea por esto
Que pensar en un hombre
Se parece a salvarlo.


Es un poema de Roberto Juarroz.
No lo conocía, tampoco lo pensaba.

Pero ahora pienso en todo lo que no pienso.
Y trato de salvar lo insalvable de cada día.






sábado, 6 de junio de 2020

Día 78 y 79: extrañar

¿Y si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/una delicia falsa/una fuga en mí mayor/un invento de lo que nunca se podrá decir? ¿Y si fuera la negación de la calle/la bosta de un caballo/el suicidio de los ojos agudos? ¿Y si fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿Y si fuera?

Así habla Gelman.
Pero cuando lo lee Manuela suena mejor.

Porque todo lo que uno extraña, arde y, en su fuego, da vida y muerte a la vez.


























Ft: Killy Sparre

jueves, 4 de junio de 2020

Día 77: la luz

comienza a ser un hilo perlado suspendido en la nada.
Tardes de mucho oficio fotográfico.
Esa es la suerte.

Hablar con la amiga en España, y sentir que allá o acá hay tanto por hacer,
tanto todavía con tanta fervorosidad que amanece y promete.
Placeres inmediatos.

La luz de perla, como ella dice, dibuja vida donde no parece.
Y mi ojo se vuelve inexplicablemente inmortal.



























miércoles, 3 de junio de 2020

Día 76: Pronombre

A quién le importa lo que extraña uno o extraña otro?
Hablemos de necesidades, eso es otra cosa.
También soy lo que elijo privarme.

En este mundo tan egoísta, dar un paso al costado es darlo al frente.

Yo es un pronombre tan grande que se va de boca.


lunes, 1 de junio de 2020

74: Max Headroom

Cómo es este vernos sin mirarnos
hablarnos sin voz
abrazarnos sin tocarnos
esta especie de Max Headroom frankestiano
que nos obliga la vida a convertirnos de a poco?

Y es.
Y es.

Anoche fue un encuentro en vivo por Instagram con mi amiga Yanina.
Encuentro que se pobló de amigos, gente que extraño, gente que quiero.
Que estaban ahi sin estar, que compartían este silencio de red y abrazo
de piel sintética.
Encuentro de corazones solitarios latiendo muy fuerte.

Qué es el arte sino el encastre virtual de voluntades que se conectan?
Qué es sino el momento exacto donde el rayo de luz nos parte al medio el hueso,
una farola rústica solita en el universo lejano, lejano.

No concibo el arte como algo superior, ni siquiera como algo imprescindible, ampuloso, trascendental.
Para mí , es mucho más finito, más cerca:

ese instante fugaz que nunca se atrapa
clavándote un aguijón en el centro del centro,
picándote ahí donde no mirás,
mientras ocupás la vida quejándote de otra cosa.

























Dibujo de Yanina Carro Yusef sobre mi texto leído, Almohadones.